Index
10 horas en Granada
Como cualquier otra ciudad de cierta entidad, Granada es absolutamente inabarcable en un solo día. Con toda injusticia y dolor tendremos que prescindir de muchos de sus lugares más emblemáticos ya sea la Capilla Real, la Puerta de Fajalauza, el Generalife, la Madraza, el mirador de San Cristobal, el Monasterio de la Cartuja o el Museo Cuevas del Sacromonte, entre otros. Entre muchos otros. Lo bueno es que siempre existirá algo nuevo que ver, una razón para volver a Granada. Desde OnMalagaTransfers tendremos la osadía de ofrecerles una ruta para un solo día. A quienes ya conozcan la ciudad hemos de advertirles que disculpen el sufrimiento causado por no introducir en esta humilde ruta algún punto digno de ser visitado. A los que no la conozcan demasiado, espero les sea de suficiente utilidad o referencia para pasar una magnífica jornada.
Vistas de Granada desde Abadía del Sacromonte
Aviso a visitantes
Ante todo, queremos ser honestos e indicarles que la ruta que verán a continuación es difícilmente practicable en un solo día. Todos los lugares aquí detallados son meras propuestas a elección del visitante pero no queremos llevar a engaño a nadie sugiriendo una cantidad de sitios excesiva. Esto impediría disfrutar con pausa y calma, que es lo que reclama un paseo por Granada. Convertirlo en un rally contrarreloj, priorizando la cantidad en vez de la calidad, les llevaría a no poder paladear con el gusto y la pausa que requiere la orfebrería urbanística que a continuación exploraremos. Así pues, salvo que puedan alargar su estancia en la ciudad, les sugerimos que sean selectivos hasta la próxima ocasión que puedan volver. Porque si algo tiene Granada es que siempre te dará una razón para volver, aunque sea por gusto.
Vista del Albayzín desde Cuesta de los Chinos
Comienzo
Iniciando desde el corazón de la ciudad, muy próximo al centro neurálgico, partiremos desde las curiosas tiendas de artesanía de la Alcaicería. Situada en el entorno de la Catedral, Capilla Real y La Madraza. El antiguo zoco o mercado de artesanía fue totalmente destruido a mediados del siglo XIX, encontrándose ya en total decadencia. No obstante en su reconstrucción se intentó conservar el espíritu y aroma de los mejores tiempos de la seda y el oro.
Alcaicería
Una vez hayamos satisfecho nuestra curiosidad, visitaremos el próximo Corral del Carbón el cual a pesar de las modificaciones conserva la esencia de las reuniones sociales alrededor del eje central. Es difícil no trasladarse a participar de las conversaciones y los chismes de la vecindad asomando al patio.
Corral del Carbón
Seguidamente, pondremos rumbo a Plaza Nueva donde podremos observar la magnificencia de la Real Chancillería, lugar actualmente ocupado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Plaza Nueva
Si el espíritu es especialmente curioso y ágil, esto último es importante, aún podremos dedicarles algunos minutos a la contemplación del Pilar del Toro y a la Iglesia de Santa Ana ubicadas en la misma Plaza Nueva.
A partir de ahí, afrontaremos el inicio de la Carrera del Darro, desde el puente en que termina el embovedado del rio que le da nombre.
Iglesia de Santa Ana e inicio de Carrera del Darro al fondo
Pero, alto ahí. Justo en una callejuela perpendicular, si hemos sido madrugadores, aún podremos visitar la Casa de los Pisa, que actualmente alberga el Museo de San Juan de Dios donde podremos disfrutar de una joya oculta, injustamente opacada en la mayoría de guías turísticas. A través de una visita guiada por un módico precio, veremos las estancias que ocupó San Juan de Dios, fundador de la orden religiosa a la que da nombre. Allí podremos observar sus reliquias y la estancia donde se entregó a Dios hasta el último momento.
Continuaremos por Carrera del Darro, considerada por algunos como la calle más hermosa del mundo.
Carrera del Darro
Andaremos el empedrado superando el primer puente (llamado Puente de Cabrera) y erróneamente señalado como Puente del Cadí en Google Maps para su infinita vergüenza y que se encuentra derruido casi al final del camino antes de llegar a la parroquia de San Pedro y San Pablo. Volviendo a donde estábamos, el segundo puente que nos encontraremos, el llamado Puente Espinosa, nos lleva a otro lugar encantador donde podremos, y deberíamos, hacer un alto en el camino. Al otro lado del rio nos encontraremos con La Tabernilla del Darro donde disfrutaremos de un tentempié en una de las tabernas con más encanto del lugar. Ocupando lo que fué un antiguo horno de pan, obtendremos nuestra típica (y gratuíta) tapa obsequio con nuestra consumición, con una atención y servicio inmejorable.
Puente Cabrera en Carrera del Darro
Huelga decir que entremedias estaremos disfrutando de todo el entorno y su urbanismo. Dependiendo de la disponibilidad de tiempo y de la plenitud física, recomendaría hacer una exploración por las calles adyacentes descubriendo pequeños tesoros que aquí ni nombraremos por no extendernos en demasía y sobre todo por permitir al espíritu aventurero regalarse con alguna sorpresa inesperada. Centrándonos de nuevo en la ribera del Darro, proseguiremos hasta El Bañuelo frente (ahora si) al Puente del Cadí del cual solo se conserva uno de sus dos estribos. Parada obligatoria. Los más grandes y mejor conservados baños árabes. Su visita en domingo es gratuita.
El Bañuelo
A escasos metros y subiendo por la siguiente calle adyacente nos encontraremos con la Casa de Zafra. Casa Nazarí de aristócratas andalusíes levantada en el S.XIV. Solo por observar su laguna interior merece la pena el mínimo desvío y la escasa inversión de tiempo.
Seguimos recorriendo la famosa calle y a escasos metros nos encontramos el Museo Arqueológico del cual disfrutaremos desde elementos prehistóricos hasta la época moderna. En su interior podremos regalarnos con uno de los miradores de la Alhambra más curiosos y desconocidos.
Finalizamos la Carrera del Darro en el Puente de las Chirimías, cuya continuación es el Paseo de los Tristes. Allí gozaremos unas espectaculares vistas de la Alhambra y si les causa curiosidad el enigmático y abandonado edificio que se ve al otro lado del rio, les contaré que es el famoso y querido por los granadinos Hotel Reúma.
Paseo de los Tristes
La siguiente recomendación la situamos al final del Paseo de los Tristes y ascendiendo por la cuesta del Chapiz, nos encontraremos a mano derecha el Palacio de los Córdova.
Transitando por la cuesta del Chapiz, nos topamos con la Casa del Chapiz. Llegados a este punto, sólo los más energéticos y veloces llegarán con tiempo suficiente para poder continuar con la empinada cuesta antes del almuerzo ya que aún nos quedan una parada obligatoria como es la del famosísimo mirador de San Nicolás. Para llegar a él podríamos atajar por alguna callejuela pero recomendamos agotar la exigente cuesta del Chapiz para evitar que los menos conocedores del lugar se pierdan en el laberinto del Albayzin. Además de disfrutar de lugares intermedios como la Plaza del Salvador donde se encuentran la Iglesia y el Aljibe del mismo nombre.
Plaza del Salvador
Desde ahí solo nos quedan unos pocos metros hasta llegar al mirador. Aprovecharemos la visita para entrar al recinto de la Mezquita de Granada, que aparte del interés que despierta por si misma, linda con la plaza de San Nicolás y nos ofrece unas vistas de La Alhambra muy similares pero menos congestionadas.
Vistas desde el mirador de San Nicolás
A partir de aquí, la oferta se diversifica aún más así que con todo el dolor de nuestro corazón, lanzaremos una moneda al aire para elegir una opción y continuar con nuestra propuesta.
Volveremos casi al punto de inicio pero con un recorrido diferente. Haciendo uso de nuestro dispositivo móvil o bajo las amables indicaciones de los lugareños, nos dirigiremos a la placeta de Carvajales donde se nos muestra otra perspectiva distinta del monumento Nazarí.
Placeta de Carvajales
Posteriormente seguiremos descendiendo hasta la calle Calderería Nueva que es otro zoco de la famosa zona conocida como «las teterías», donde encontraremos más tiendas de artesanía y de influencia árabe además de numerosos establecimientos dedicados a las muchas especialidades de infusiones que le dan el oficioso nombre al lugar.
Las Teterías
Descanso y marchamos de nuevo
Si llegados a este punto no hemos parado a comer en los numerosos bares y restaurantes del Albayzín o alimentos que previsoramente llevásemos encima, deberíamos hacerlo ya en la zona de Calle Elvira, zona de culto del tapeo granaíno y así poder recuperar fuerzas. Las necesitaremos para afrontar la tarde y parte final de la ruta con dos de los lugares más preciosistas que ofrece Granada.
Una vez recuperados, cruzaremos al otro lado del rio Darro, al barrio del Realejo. Tomando Plaza Nueva, ascenderemos por la cuesta de Gomérez. La encontraremos localizando la Taberna la Espera que hace esquina con la citada cuesta.
Continuaremos hasta la imponente Puerta de Las Granadas y a partir de ahí podremos curiosear por los alrededores mientras proseguimos nuestra ascensión.
Puerta de las Granadas
Todos los caminos llevan a Roma así que tomando como referencia que debemos seguir «hacia arriba» por la colina del Mauror, podremos ver las Torres Bermejas, la Puerta de Bibarrambla, la Fundación Rodríguez Acosta (que también merece por si misma una visita), el propio bosque de la Alhambra que envuelve todo el camino, la Fuente de Angel Ganivet y la Fundación archivo Manuel de Falla antes de llegar al Carmen de los Mártires. Dependiendo del camino elegido, veremos unos u otros elementos pero por encontrarse diseminados en varios trayectos, dificilmente podremos verlos todos.
Fuente de Angel Ganivet y Puerta Bibarrambla
Carmen de los Mártires
El Carmen es el nombre que recibe un tipo de edificación típico de la idiosincrasia granadina y de origen árabe. Consta de una vivienda que puede ser una casa o palacete, jardines y/o huertas y un perímetro tapiado. El Carmen de los Mártires es el más grande y posiblemente el más hermoso de todos ellos. No falta un solo elemento bucólico y preciosista en todo el recinto. Hablar de él, por habilidoso que fuese uno en la descripción, sería desmerecerlo. La visita se eleva por encima de la categoría de obligada, más bien, obligadísima. Compuesto por laberínticas zonas ajardinadas y huertas, posee fuentes, un pequeño estanque, flora y fauna particular, un palacete y varios miradores. Finalizada la visita, continuaremos con la joya de la corona.
Palacete de Carmen de los Mártires
La Alhambra
Si no fuésemos los afortunados poseedores de entradas para recorrer el monumento, aún podremos disfrutar de varios espacios del recinto de la Alhambra que se pueden disfrutar libremente. Entrando por la Puerta de la Justicia, accederemos a la parte libre del recinto donde podremos dirigirnos a la Placeta de los Aljibes y al majestuoso Palacio de Carlos V donde además de poder disfrutar el interior, posee un museo que también puede visitarse libremente. Además, merece la pena pasarse por el cercano Parador Nacional de San Francisco, construído en el S.XV por orden de los Reyes Católicos sobre las ruinas de un palacete musulmán.
Parador Nacional de San Francisco
Si tuviéramos nuestros preceptivos tickets, nos dirigiremos a la entrada un poco antes de la hora señalada, preferentemente por taquillas. Solo nos queda disfrutar del extraordinario monumento y haber atesorado momentos especiales en una jornada que deseamos sea única para todo aquel que quiera disfrutarla.
Vistas de Granada con la sierra de fondo desde Carmen de los Mártires
Texto e imágenes, J.Gilete